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El masaje descontracturante se enfoca en relajar la musculatura y disolver las contracturas que se producen por el estrés, las malas posturas, la falta de descanso, una vida demasiado sedentaria e incluso por el exceso de ejercicio.
Es un masaje algo más fuerte que uno de tipo relajante y se puede percibir como un medio para prevenir lesiones ante situaciones de grandes cargas de trabajo. Si no se ha llegado a tiempo para evitar el daño, con este masaje podrás acelerar la recuperación.
Que se note un poco de dolor es muy importante para que el especialista pueda localizar la contractura muscular y ponerle remedio. Pero para llegar a ese nivel no basta únicamente con una visita puntual, sino que necesitaras hacerlo periódicamente.
CAMBIOS DÉRMICOS Y MUSCULARES, con probabilidad de desarrollar agujetas y cansancio.
AUMENTO DE LA TEMPERATURA LOCAL, entre 1°C y 3°C; beneficioso para que los músculos y la piel se oxigenen.
DOLOR EN LAS ZONAS TRABAJADAS. La intensidad del dolor después de un masaje descontracturante variará teniendo en cuenta si es una persona que practica asiduamente deporte o no, así como por el musculo afectado.
¡Sí! Cuando se realiza este masaje se producen cambios a nivel térmico-muscular que dan lugar a una dilatación de los vasos sanguíneos y distención muscular, provocando las famosas agujetas. Esto ocurre también por el trabajo que se ejerce sobre los músculos durante el masaje, que se mueven en cierta medida, como cuando hacemos ejercicio, aunque sea de forma pasiva y anaeróbica. Es por ello que el proceso de distención genera una sensación similar a la de agujetas durante los días posteriores al masaje.
Después del masaje es normal que el dolor persista durante un par de días. Estas terapias ejercen sobre nuestro cuerpo la capacidad de cambiarlo y de acabar con las anomalías y molestias de nuestros músculos. Por lo tanto, los pequeños dolores posterapéuticos son un mal menor que debemos afrontar para alcanzar el bienestar que deseamos.
Se recomienda al usuario dejar a un lado su rutina por un tiempo. Descansar un par de días puede incrementar la mejora de la afección.
Es esencial ignorar cualquier leve preocupación, así como alejarse de entornos estresantes. Estar relajado será la misión principal.
Es recomendable llevar una alimentación saludable. Tampoco olvides HIDRATARTE correctamente.
Es idóneo no realizar ejercicios que involucren al músculo afectado, y sobre todo, evita realizar movimientos bruscos a fin de no agravar la lesión. ¡TOMA REPOSO!